10 Cosas que hacemos, que nadie sabe que hacemos

1.Responder en voz alta a las preguntas de los concursos de televisión como si nos la estuvieran preguntando a nosotros, y aunque estemos solos. 

 

Somos listos, todo el mundo debe enterarse, y si no hay nadie nos lo recordamos a nosotros mismos. 

2.Cantar una canción sin sabernos la letra. 

 

Sobre todo si es en inglés y si estamos solos, si hay gente la tarareamos… 

3.Saludar a alguien que no conocemos porque pensábamos que si. 

 

Y hacerte el despistado después como si le dijeras a alguien de atrás… 

4.Orinar en la ducha 

 

Un 40% de los encuestados admiten orinar en la ducha. Muchos empezaron a hacerlo a raíz de ver a sus parejas. 

5.Oler nuestra propia ropa interior 

 

Y cuando decíamos que a la gente le gusta oler, os sorprendería descubrir cuanta gente huele su propia ropa interior antes de echarla a lavar… 

6.Aguantar de pie en el metro sin agarrarnos para ver si podemos mantener el equilibrio 



Si creías que al viajar en el vagón eras la única persona jugando a mantener el equilibrio estás equivocado. Mucha gente lo hace, e incluso algunos se sienten auténticos profesionales con un don del que otras personas carecen. Si hubiera alguna competición pública, se inscribirían cientos de personas. 

7.Enfadarnos cuando un conductor hace algo mal y morirnos de la vergüenza cuando lo hacemos nosotros. 

 

Como decía el refrán “Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga”. Nos gusta dar ejemplo pero nos olvidamos que a veces también nos equivocamos. 

8.Tapizar la taza de los baños públicos con pañuelos o con papel higiénico para que nuestro trasero no la toque. 

 

Hay algunos que están demasiado sucio para nuestro limpio y aseado trasero. 

9.Cotillear las redes sociales de otras personas 

 

Somos espías por naturaleza. Esa chica que nos llama la atención, la amiga de mi novio, ese tipo famoso de las redes sociales… Al parecer las usamos para algo más que para comunicarnos. Invertimos mucho tiempo en ver qué hacen los demás (y en criticarlos). 


10.Inventarnos excusas que no nos creemos nosotros mismos para comprarnos algo que sabemos que no necesitamos, como por ejemplo, pedir cena fuera aunque haya cosas en la nevera. 

 

Y es que qué mejor persona para engañarnos que la que mejor nos conoce, nosotros mismos.